Maduro dictó su decreto de guerra a muerte contra los venezolanos.

Por Eduardo Guerra B.

Tenerife 12-05-2020.

El narco-régimen se soltó la coleta de la represión, lo sabe hacer bien y tiene con qué.

Aunque no debiéramos asombrarnos, el grado de violencia y agresividad con la que está actuando asusta a cualquiera.

Y no importa a quién asesinan o torturan, pueden ser militares, políticos de oposición,  periodistas, policías, empresarios, incluyendo a sus propios pranes-malandros, a esos delincuentes que nombraron “Jefes” de las “Zonas de Paz” en los barrios pobres y populosos de Caracas, donde la violencia ejercida por estos en contra de sus habitantes no era mala, siempre y cuando, mantuvieran a la gente callada y sin protestar contra el régimen.

Burlar los derechos humanos y saltarse la Constitución es y ha sido la norma del narco-régimen, y no les importa ningún informe en contra que haga la Alta Comisionada de la ONU, Michell Bachelet.

Lo más triste es que la mayoría de las protestas son por la falta de los servicios básicos, electricidad, agua, gas y otros. La otra gran motivación para salir a la calle a manifestar es el hambre, la escasez de alimentos, medicinas y pare usted  de contar; se podría decir que casi ninguna protesta es por la libertades políticas, ni por la democracia, o por tribunales justos. Ya son muchos años manifestándose por lo mismo.

Hoy por hoy, la dictadura asesina aunque la persona se rinda, tal como ocurrió con el piloto Óscar Pérez, o con los ocho capturados recientemente en Macuto.

Maduro ya no disimula, ordenó capturar vivo o muerto a Wilexis, el Pran de Petare, un delincuente que se está resistiendo en su barrio, y que se le volteó al régimen, por dejar que su gente proteste por las escasez de las cosas básicas. No existe en Venezuela juicios justos, derecho a la defensa, presunción de inocencia y ningún principio de civilización y humanidad, pero de algo estoy seguro, el día que caigan, y caerán…, serán los primeros en pedir todos los derechos humanos que les corresponde, y lo peor es que habrá que respetárselos a pesar que no lo merezcan.

Aunque suene irracional, a mucha gente en Venezuela no le importaría que un malandro de barrio caraqueño, sea el que pone contra la pared al malandro de Miraflores.

De pronto el llamado de Wilexis a los otros Pranes a unirse a él y hacer que los barrios bajen y lleguen a Miraflores se puede convertir en una cruenta realidad.

Maduro dictó su decreto de guerra a muerte contra los venezolanos.

¡“Así son las cosas”! como diría el fallecido y gran periodista, Óscar Yánez.

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