Vale recordar que “En la unión esta la fuerza”, aunque sea una frase hecha…
Vale recordar que “En la unión esta la fuerza”, aunque sea una frase hecha…
Por Eduardo Guerra B.
Tenerife 03-05-2020.
Nicolás Maduro declara que va a dialogar, aunque algún sector haga un berrinche.
Se supone que el mensaje es para los suyos, los sectores radicales del castro-chavismo, los que no quieren perder sus privilegios y negocios, por ejemplo, a los que no les falta la gasolina. Seguramente serán los que están altamente fanatizados e ideologizados.
Pero si el dictador se esta planteando dialogar, ¿Qué quiere decir? ¿Significa negociar qué cosa? ¿Su salida? ¿Una taima para que le dejen importar gasolina? ¿Quiere enviar un mensaje a la Oposición, decirles que él esta dispuesto a negociar de verdad su rendición? Posiblemente lo que quiere es ganar tiempo, recomponer su caos, ver como los engaña una vez más.
¿Y con quién quiere dialogar? ¿Con Guaidó y su grupo? ¿Con Elliot Abrams? ¿Con cuál oposición?
¿Y en la Oposición legítima que piensan? ¿Darle un respiro al usurpador y dejar pasar la oportunidad de terminar de sacarlo? ¿Perder la coyuntura en la que el régimen esta contra las cuerdas?
En toda guerra, las partes dialogan, y cuando no están en el fragor de la batalla, se ponen de acuerdo en algunos principios básicos de respeto y de garantía para que el perdedor se retire con honor, y el ganador no lo arrase y lo aniquile.
Lamentablemente, en estos veintiún años el castro-chavismo-madurismo no ha tenido compasión por nadie, ni escrúpulos a la hora de reprimir y asesinar a los venezolanos.
Parece mentira, pero los tiranos creen que ellos nunca van a perder el poder, que la muerte les pasará de lado… pero la vida no es así.
La decisión de dialogar no es fácil, el dolor y el deseo de justicia rápida de las víctimas de la dictadura, es muy profunda como para sentarse a hablar con los esbirros y sus jefes.
En casi todos los conflictos bélicos se tejen puentes de plata, para darle posibilidad al enemigo que huya y así no prolongar el derramamiento de sangre.
Para los líderes de la Oposición también es un problema este tema del dialogo, porque existen personalidades o grupos radicalizados, negados a dialogar nada con el chavismo. Pero en medio de estas posiciones extremas esta un país, su gente que esta sufriendo, y esperando una solución.
Habrá que confiar una vez más en los líderes que tenemos, en que sabrán mover sus fichas para ganarle esta partida al régimen, y para que eso ocurra, hay que lograr el consenso alrededor de un estrategia única que no presente fracturas.
Esa es una responsabilidad política de Guaidó y de quienes lo acompañan, incluir, convencer y oír a todos aquellos que adversan al chavismo.
Terminaré este artículo con una frase hecha, que no por eso tiene menos valor para esta realidad: “En la unión esta la fuerza”, la Oposición legítima debe y deberá estar unida si queremos sacar al narco-régimen.
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